Salvadores Modernos - Tradução Victor Hugo Torres (México)

“No crea en salvadores que no demuestren acciones que confirmen la salvación de sí mismos”.
Chico Xavier / Emmanuel

Lo que más observamos en los días de hoy, es la proliferación de hombres que si auto llaman representantes de Dios en la Tierra.
Como la multitud de los miserables sufridores aumenta cada día, más la cantidad de los supuestos elegidos se propaga.
Y eso ocurre, independiente de títulos religiosos, expertos existen en todas las religiones.
Las dificultades en la vida son incontables, la competición para conseguir un buen empleo es grande, la intranquilidad es general.
¿Será que todas las adversidades de la vida moderna, representan un castigo de la Divinidad para con sus hijos?
¿O será que el mundo está de ese modo a causa de nuestro egoísmo exacerbado?
Todo lo que el hombre no comprende, él lo otorga como un hecho sobrenatural.
¿Será que existe un hombre sobre la Tierra que verdaderamente pueda ser encarado como representante de Dios?
Cuando sufrimos tenemos enorme dificultad en razonar, en comprender los mecanismos educativos de la vida.
Es justamente en los momentos más difíciles que estamos susceptibles y vulnerables a los falsos profetas de la modernidad.
Dios no creó sus hijos para el dolor, mucho menos, para segregarlos en pecadores y escogidos.
La inteligencia suprema causa primera de todas las cosas, jamás crearía un ser inclinado al mal.
Y mucho menos se complacería en escoger algunos hijos en detrimento de otros.
Ese pensamiento es una ofensa a la más primaria inteligencia, e inclinarse a él significa afirmar que Dios es imperfecto.
El hombre siempre interpreta todo conforme a sus intereses.
Para dominar otros hombres, algunos afirman que sólo el “Dios” de ellos salva, lamentable.
Es más fácil creer en un Dios con sentimientos parecidos con los nuestros, que creer en un Dios de amor y compasión, sentimientos esos que aún no cultivamos dentro de nosotros, consecuentemente no sabemos lo que significan.
Todo lo que el hombre cree tiene el rasgo de su propia imperfección.
Es muy difícil para algunos religiosos que crean un Dios misericordioso para con todos los hombres, pues ellos no saben tener misericordia con los diferentes.
Aún no sabemos lo que es el amor, para que comprendamos un Dios de amor.