sexta-feira, 25 de setembro de 2009

Religiones o esposas - Tradução Victor Hugo Torres (México)

El hombre es esclavo del hombre.
Tal afirmativa se basa en el hecho de que no ejerciéramos libremente nuestra capacidad de pensar.
En el aspecto religioso, la mayoría de las personas aún cree en un Dios con un comportamiento típicamente humano.
Las religiones predominantes en nuestra sociedad nos presentan en sus líneas teológicas, un ser vengativo, un Dios que castiga y amedrenta.
La criatura humana es impedida de pensar, razonar es pecado.
La comprensión de Dios pasa por nuestra capacidad de pensar, sin raciocinio, Dios no puede ser conocido.
Los dogmas religiosos nos impiden a que nos aproximemos a Dios de manera a sentirlo, entenderlo. No se puede amar lo que no se conoce.
Observemos que los conceptos equivocados con relación Dios, ya nos son impresos por nuestros propios padres cuando dicen en tono de amenaza: “Dios castiga los niños mal creados”.
Vamos creciendo de tal forma, que con el pasar de los años nos vamos alejándonos de Dios, pues somos imperfectos y por regla general, cometemos equívocos.
Llegamos la conclusión que no somos dignos de “Dios”.
Interesante es que observemos que crecemos, mejor diciendo, nacemos culpables y crecemos culpables, y aquí entre nosotros, no existe mayor barrera para la expresión del raciocinio que el sentimiento de culpa, tan explorado por la mayoría de las religiones.
La culpa y el mentado “diablo”, son los mayores colaboradores para que algunas religiones sean las más procuradas.
Acostumbrado a buscar un culpable para sus fracasos, el hombre prefiere culpar a un ser creado por ciertas “teologías”, que asumir sus propios errores.
La culpa es siempre del rabudo, nunca del sufridor.
Ese mecanismo psicológico de culpar siempre a los demás es muy común en nuestra vida, estamos siempre seguros, que son los demás los que están errados.
Por eso afirmamos que el hombre muchas veces no utiliza su capacidad de pensar, si razonase sería libre, si fuera libre sería feliz, si fuera feliz, no aceptaría el “Dios” elaborado por otros hombres para subyúgalo. La esclavización del pensamiento humano es muy bien elaborada, y acontece desde los inicios de la raza humana.
Cuando el hombre está sufriendo él acepta cualquier cosa para librarlo del sufrimiento, incluso un Dios que castiga, como los hombres castigan.
Así como nuestro cuerpo necesita de ejercicio para estar saludable, nuestra mente necesita ser libre, para volvernos espíritus saludables.
Mientras el hombre crea que religión “A” es” mejor que la “B”, mientras el hombre crea que Dios escoge a unos en detrimento de los demás, las religiones no tendrán autoridad para que se digan representantes y Dios.
Representarán sí, los intereses de los propios hombres.
La única religión que debemos profesar es la del respeto mutuo y del amor.

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